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Fallece Pierre Dubois

El sacerdote francés formó parte de un grupo de curas que dejó huellas en la memoria de los habitantes de las poblaciones del sur de Santiago y de otras ciudades del país.

01 de octubre de 2012
Fallece Pierre Dubois

En la década del 80, Patricia López y Vicente Arenas, de la población José María Caro, tuvieron la oportunidad de conocer y compartir con el sacerdote Pierre Dubois quien vivió más de 40 años en la población La Victoria. En una entrevista que forma parte del archivo de Memorias del Siglo XX, ambos destacan lo que consideran el legado de Dubois y otros sacerdotes, en particular, recuerdan la presencia y solidaridad permanente: "Nosotros sufrimos en esos tiempos malos, pero tuvimos unos compañeros sacerdotes que nos ayudaron. Y yo creo que a través de él, nos dimos cuenta de que Dios estaba con nosotros, y eso creo que es importante". Al mismo tiempo, Arenas recuerda el mensaje de dignificación del trabajador que les permitió "sentirse orgulloso de ser obrero, nunca avergonzarse de ser obrero, porque la mayoría de los chiquillos anhelaban ser profesionales, siempre estaban ellos mirando mucho más allá, mirando un poco en menos a los trabajadores."

Otros sacerdotes como Miguel Woodward, Joan Alsina, Esteban Gumucio, Rolando Muñoz y André Jarlan, son recordados por otros entrevistados por el rol que asumieron en la defensa de los derechos humanos en las poblaciones periféricas de Santiago y otras ciudades de Chile. Javier Rodríguez, vecino de Valparaíso relata que cuando Miguel Woodward llegó en 1969: "él traía la iglesia, traía el concepto de iglesia, pero una iglesia popular de obreros, teología de la liberación y todo lo que conlleva a eso. Entonces se hizo una comunidad a base de Miguel, donde el trabajo solidario, donde el trabajo comunitario era importante." El solía decir que en lugar de sacrificarse en largas caminatas al Santuario de Lo Vásquez "Dios estaría más contento si se ayudara al vecino. Entonces, en ese aspecto, Miguel vino a cambiar algo, vino a cambiar algo de la población".

Similar fue la experiencia de los pobladores de La Granja con los sacerdotes Esteban Gumucio y Rolando Muñoz. "El llegaba, hacía oración y corría de un lado para otro en su bicicleta, cuando podía andar en la bicicleta. El ayudó a mucha gente (...), en los allanamientos él era el primero que llegaba", nos cuenta Inés Chacón.

En aquellos años las capillas de barrio se constituyeron en espacio de resguardo, contención y organización, recuerda Gladys Pérez, vecina de Pudahuel: "me di cuenta que ahí se podía hablar, se podía conversar temas que estaban vedados. En esa época ya se estaba viendo toda esa parte de detenidos desaparecidos (...) ellos empiezan a hacer encuentros a nivel de iglesias y a ver lo que estaba pasando con la dictadura." Era una iglesia que se construía en los barrios y en el trabajo, en medio de la realidad cotidiana y de los padecimientos experimentados por los hombres y mujeres de esas comunidades.

El trabajo de este grupo de sacerdotes, muchos de ellos integrantes del Movimiento Obrero Acción Católica (MOAC), queda plasmado en el periódico "Presencia", órgano informativo del Movimiento, dirigido y financiado por trabajadores. En la publicación N° 15 de julio de 1970, Pedro Dubois, nombre con que firma su artículo titulado "La mujer imagen del mundo obrero", escribió: "Así se va produciendo toda una mentalidad en ellos, (los hombres) los cuales, inconscientemente, se portan con la mujer o con las compañeras de trabajo como los patrones con ellos, injustos, prepotentes, explotadores, etc. En la explotación del trabajador y de la mujer. La causa: Se trata a la persona como si fuera una cosa."

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