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Memorias del Riñihuazo: catástrofe y solidaridad en Los Lagos

Memorias del Riñihuazo: catástrofe y solidaridad en Los Lagos

A las 15:11 hrs del domingo 22 de mayo de 1960 se inició el movimiento telúrico más fuerte del que se tenga registro en la historia de la humanidad. Entre los afectados se encuentran las y los vecinos de Los Lagos, quienes tras el llamado “Riñihuazo” afrontaron con heroica solidaridad una hazaña que permitió salvar la vida de miles y miles de personas que estaban en peligro.

Entre los efectos que el terremoto de 1960 dejó se cuenta el bloqueo del río San Pedro con la consiguiente interrupción del desagüe natural del lago Riñihue, lo que dio paso al aumento incontrolable del nivel de las aguas del lago. Este hecho configuró un escenario potencialmente catastrófico para los sectores aledaños al curso del río; con el riesgo que las aguas del lago se volcaran, arrasando con todo a su paso incluyendo las ciudades de Los Lagos y Valdivia.

"El Riñihuazo" es la denominación con que se conoce y recuerda este bloqueo del lago, pero también se asocian a él las memorias de cómo se logró impedir una tragedia mayor gracias al esfuerzo de varias instituciones y cientos de personas que trabajaron durante varios meses en las condiciones más adversas. Esta "hazaña" permitió manejar el escurrimiento de las aguas, atenuando así las inundaciones que se dieron en algunos sectores.

Los Lagos puede desaparecer

En el pueblo de Los Lagos, situado en el curso del río, la catástrofe a pleno invierno fue larga para sus pobladores, quienes padecieron no solo el desastre del terremoto del 22 de mayo con toda su secuela de destrucción y aislamiento, sino que por varios meses sufrieron las inundaciones y la destrucción generada por la crecida del lago Riñihue, quienes debieron salir de sus casas en espera que las aguas bajaran.

Maclovia Santos Rivero vivió la tragedia siendo una niña y conservó varias fotografías de aquel entonces que su padre obtuvo del fotógrafo laguino Juan Uribe. En su mayoría, estas fotografías registraron el impacto de las inundaciones en el pueblo y permiten recordar, junto al relato de Maclovia, algunos pasajes de estos sucesos.

Las actuales calles Tarapacá, Ecuador, Patricio Lynch, Matta y San Martín, fueron testigo del aumento del caudal que fue ganando territorio en el pueblo. El monolito que da la bienvenida a la comuna, ubicado en la antigua plaza ahora Jardín Municipal, es parte de lo poco que sobrevivió de aquella catástrofe natural. Las estructuras tanto públicas y privadas del pueblo como el aserradero, la antigua plaza, el hospital, la estación de trenes y las vías férreas fueron casi en su totalidad inundadas, cediendo algunas por completo.

También las casas particulares fueron afectadas por el Riñihuazo. "A la comunidad se le avisó que venía el río con la crecida y fueron deshabitadas, sacando ventanas y puertas y así el agua pudiera pasar… El río llevaba maderas y árboles que pasaban a llevar muchas casas y que fueron grandes pérdidas para sus dueños".

Maclovia recuerda que durante los meses que la familia permaneció en el campo, su padre iba todos los días a su trabajo en el Banco y que la gente acudía en bote a revisar el estado de sus casas amarradas y aseguradas para que el agua no se las llevara. "Yo tenía 6 años y vimos pasar muchas casas que se llevaba el río. Todo el primer piso se llenó de agua y quedó marcada en los muros esa huella. Nos tuvimos que ir al campo de un familiar, quienes nos acogieron. Como niños, lo pasábamos bien y éramos unas 5 familias que estábamos 'acampando' por este Riñihuazo. Nuestra casa fue amarrada y reforzada para que el río no se la llevara".

De igual manera, señala que las vías férreas sufrieron graves daños y la gente no tenía cómo enterarse de la magnitud de la catástrofe natural acontecida. "La comunidad de Los Lagos se enteró mucho tiempo después de lo que sucedió en Valdivia. Hasta que volvió el tren pudieron enterarse de lo sucedido ya que el tren era la única manera de transporte y comunicación".

Solidaridad y reconstrucción

Debido a lo inundado del pueblo, lograr que el cauce del Riñihue recobrara su normalidad y los habitantes pudieran retomar sus actividades cotidianas demoró unos tres meses. Esta gesta involucró a instituciones y cientos de personas que entregaron "ayuda a mano", como en el caso de los "paleros", a pura fuerza de brazos, trabajaron día a día para evitar la tragedia. En Los Lagos, la comunidad se organizó, pudiendo apoyarse y gestionar las ayudas que lentamente comenzaban a llegar.

"Mi papá ayudaba a la comunidad afectada ya que la comunidad se organizaba para ayudar a las personas afectadas. La Cruz Roja y Bomberos ayudaban también, junto con aportes de Estados Unidos. Por ejemplo, la población Nevada y el hospital fueron construidos gracias a esos recursos (…) llegaban las ayudas a través de helicópteros, carpas, alimentos. Hacíamos ollas comunes, la comunidad estaba arranchada".

Sin duda el terremoto de 1960 y "el Riñihuazo" son muestras del inconmensurable poderío de la naturaleza. Pero también el trabajo conjunto y solidario que hizo frente a la tragedia queda como un gran legado para la memoria local de Los Lagos y de toda la sociedad chilena.

Desde la estación se ven los efectos del Riñihuazo
Casa de la familia Santos Rivero inundada por el Riñihuazo
Calle Ecuador casa de familia Ayala Salas
Río Collileufu al fondo se observan las casas de calle Balmaceda
Vista panorámica de la ciudad bajo el agua
El Riñihuazo en Los Lagos: Memorias y recuerdos
Calle Argentina esquina Balmaceda bajo las aguas
Desborde del Río San Pedro
Calle Patricio Lynch afectada por el Riñihuazo
Casa de la familia Santos después del Riñihuazo
Calle Matta totalmente inundada
Panorámica de la ciudad sin agua
Destrozos causados por el terremoto en calle Balmaceda esquina San Martín
Vista del actual jardín municipal y antigua plaza
Municipalidad de Los Lagos durante el "Riñihuazo"
Inundación por efectos del Riñihuazo vista desde la plaza ferroviaria
Vista de calle Tarapacá desde calle San Martín
Calle Tarapacá afectada por el Riñihuazo
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