Estudio fotográfico
Imágenes, videos y documentos
Estudio fotográficoRetrato de Zenaida Mansilla en el "Studio Ruben's"
Registro tomado en "Studio Ruben's", por el fotógrafo Rubén Ibarra Gutiérrez. El Estudio funcionaba en la Galería Doggenweiler, edificio donde estuvo la Farmacia Doggenweiler, -hoy existe en la esquina el restaurante Adela- y en los pisos superiores habían diferentes oficinas, ubicado en calle Urmeneta con San Martín. El Studio Ruben's estaba ubicado en los últimos locales de la Galería. Según recuerda la donante: "Para mi ser fotógrafa era algo muy lindo. Estudié en el Liceo Comercial la carrera de Secretariado. En esa época no había muchas opciones de estudios, no me gustaba la idea de trabajar en una oficina todo el tiempo, pensaba en poder hacer algún trabajo más dinámico. Trabajando en la “Relojería y Joyería Lindemann”, donde llevaba el libro contable, en un lindo día, mientras esperaba que los dueños abrieran la tienda, con mis compañeras de trabajo a las afuera de la tienda y sentadas en una escala, una amiga estaba hojeando el Diario El Llanquihue, alcancé a ver un aviso: “Se requiere Srta. buena presencia para atender público y llevar libro contable”, me llamó la atención. Ese día don Jorge Lindemann (mi jefe) me pidió que llevara una documentación al Servicio de Impuestos Internos, que en esa época funcionaba en el edificio de la Gobernación, cuando iba en camino me encontré con unos compañeros del Instituto Comercial, conversamos animadamente y luego se me ocurrió pasar a ver el lugar del aviso de trabajo que quedaba en el edificio Doggenweiler. Se trataba del estudio fotográfico “Studio Ruben´s”, el señor que me atendió me pidió el Curriculum Vitae. Como no tenía, pasé a la oficina donde trabajaba una amiga, para que me ayudara a tipear mi CV. El señor. del Estudio me dijo que para contratar debía consultar a su socio, miré y sobre el escritorio tenía un alto de currículum. Finalmente me llamaron, yo pienso que quedé porque tenía 5to año de estudios en el Instituto Comercial. Mi labor era atender público en el mesón de atención. Llegaba mucha gente a solicitar fotos tamaño carné. En una oportunidad un joven requería una, como no estaba el fotógrafo y se iba a demorar, yo le tomé la foto carné, si antes le dije a la persona que era mi primera foto. Más tarde la revelé y salió bien, le gustó al cliente. De ahí en adelante empezó mi vida de fotógrafa. En el segundo piso del estudio estaba el laboratorio donde trabajaban dos varones, aprendí cómo hacían el proceso de revelado de fotos. Para tomar una buena foto, el fotógrafo Rubén empezó a enseñarme la técnica de la luz y el encuadre. Después empecé a tomar fotos en el Registro Civil, para cuando había matrimonios; también hacía fotografías en fiestas de boda. Este trabajo me dio muchas satisfacciones, posteriormente fui madre, y con este trabajo eduqué a mis dos hijos. También trabajé de reportera gráfica en el Diario Llanquihue, en el Diario me enviaban a diferentes partes, recuerdo cuando se inauguró el Cuartel de Investigaciones ubicado en Puerto Chico (Puerto Varas), fui a cubrir ese evento. A veces iba acompañada con periodista y a veces sola, cuando era así tomaba nota del evento al mismo tiempo que tomaba las fotografías. A veces tuve que cubrir incendios de noche, eso era difícil cuando mis hijos eran pequeños. En un evento, otro fotógrafo me dio un “empeñón” para tomar la primicia, lloré, pero tenía otros colegas que me apoyaron. Me fui del Diario, y empecé un trabajo independiente, cubría aniversarios de los colegios, licenciaturas, bodas, primeras comuniones, bautizos, y otros eventos. Veinticinco años dedicados a la fotografía, un trabajo que me dejó muchas satisfacciones en la vida.”
El fotógrafo de Catemu
Enrique Velásquez primer fotógrafo de Catemu, quien según la donante, dejó un legado en la comuna. "En cada casa se conservan sus trabajos. Sus hijos y sobrino aprendieron de su oficio."
Velorio de Juan Antonio Cárdenas
Héctor Cárdenas, donante de esta fotografía recuerda: “Era tradición que en los velorios cada pared de la habitación se cubriera con tela negra. También que toda la familia reunida posara para la foto. En este registro la foto fue tomada con una cámara de cajón que tenía 3 patas para afirmarla, lo curioso es que la cámara tenía quebrado el lente.”
Laboratorio de Velásquez
Enrique Velásquez en el cuarto oscuro del laboratorio fotográfico que implementó en su hogar, allí revelaba sus registros y trabajos.
Veranadas en la cordillera de los Andes
Los arrieros Anibaldo Hidalgo y Tomás Cuevas cruzan la cordillera de los Andes.
Familia Velásquez Rodríguez
Familia Velásquez Rodríguez en la calle García Huidobro, afuera del local Foto Estudio Velásquez donde se tomaban fotos y se vendían artículos. El local comenzó en 1975 y se mantuvo durante 45 años.
Velásquez y su laboratorio
Enrique Velásquez en el laboratorio fotográfico que tenía en su hogar, donde revelaba fotos en blanco y negro. Muchos de esos registros conservan la firma que él colocaba en sus trabajos.
Foto de una nieta enviada a su abuela
Héctor Cárdenas, donante de esta fotografía recuerda: “Antiguamente se tomaba la foto sentado en una mesa o en una silla, las personas se arreglaban o los padres arreglaban a sus hijos e hijas, para que salieran presentables. Las personas iban a buscar al fotógrafo a su casa y obviamente le pagaban por sus servicios.”
Laboratorio fotográfico de Velásquez
Enrique Velásquez junto a una de las máquinas que utilizaba para ampliar fotografías en el laboratorio que implementó en su hogar.
¿Cómo cuidar nuestras fotografías familiares?
Tres expertas en temas de fotografías, patrimonio documental y conservación nos dan recomendaciones para resguardar fotografías familiares en casa. Les invitamos a escuchar a Soledad Abarca, Jefa del Archivo Fotográfico y Audiovisual de la Biblioteca Nacional; Natalia Ríos, Coordinadora de la Unidad de Conservación del Archivo Nacional; y Carla Franceschini, Curadora de fotografías del Museo Histórico Nacional.