Junta de vecinos "Unidos en trabajo y progreso"
La casa propia era el sueño de un grupo de familias que, a principios de la década del '90, llegó a la Villa Comercio N° 3 de Pudahuel Sur. Sin embargo, el proceso de poblamiento no fue nada fácil, ya que sus viviendas estaban ubicadas en una zona con escasa urbanización y deficiente infraestructura.
La casa propia era el sueño de un grupo de familias que, a principios de la década del '90, llegó a la Villa Comercio N° 3 de Pudahuel Sur. Sin embargo, el proceso de poblamiento no fue nada fácil, ya que sus viviendas estaban ubicadas en una zona con escasa urbanización y deficiente infraestructura.
Cuando los nuevos habitantes llegaron al barrio, pronto se dieron cuenta que este gran conjunto habitacional no contaba con servicios básicos de locomoción colectiva, centros de salud, alumbrado público, redes telefónicas ni pavimentación.
El primer invierno en este lugar, las calles fueron inundadas por los canales de regadío ubicados alrededor de las casas. Mónica Gallardo, habitante de la villa, recuerda: "estábamos rodeados de acequias, (…) entonces llegaba un momento que se desbordaban y llegaba a las casas de la gente el agua servida. Nosotros cerramos los canales, a la mala, esas compuertas que tienen. Tratamos que las autoridades nos ayudaran y se canalizara, que se entubaran, pero nunca lo logramos".
Creación de la junta de vecinos
Enfrentar estos problemas y mejorar sus condiciones de vida, fue la premisa de habitantes de la villa para organizarse en la agrupación "Unidos en trabajo y progreso".
Los dirigentes Mónica Gallardo y Juan Soto, cuentan que la capacidad de organización de sus miembros rindió frutos al poco tiempo, cuando junto a 13 agrupaciones locales del sector, enfrentaron a las autoridades municipales y regionales para evitar la construcción de un vertedero que planeaban instalar en la comuna.
En el camino, se dieron cuenta que las familias de Pudahuel Sur no contaban con servicios de salud cercanos a sus casas. El trabajo conjunto de estas unidades vecinales generó una fuerte demanda poblacional que culminó con la construcción de un consultorio municipal.
Con el correr de los años, la agrupación "Unidos en trabajo y progreso" consiguió que llegaran diversos servicios públicos a la villa: colegios municipales, jardines infantiles, una comisaría y locomoción colectiva.
Además, los integrantes de esta unidad vecinal lograron la construcción de una sede, donde los niños del barrio disponían de una biblioteca escolar. Para difundir sus actividades deportivas y culturales crearon el boletín informativo "Villa Comercio", que se convirtió en un medio de expresión para la comunidad.
La participación de los vecinos fue fundamental en todo este proceso pero, a medida que consiguieron mejorar la calidad de vida de su entorno, su compromiso disminuyó, explica con tristeza Juan Soto. Para él, la percepción de este desinterés se debe a que "uno se motiva cuando está la gente participando, pero se desencanta cuando, después que los problemas ya se van solucionando, invitas a una reunión por algún tema que a lo mejor no es tan coyuntural y la gente se resta y no participa".
A pesar del alejamiento de los vecinos y del desgaste que implicó el trabajo en una agrupación local, Mónica Gallardo y Juan Soto dicen sentirse orgullosos de los logros obtenidos durante la época del poblamiento de Villa Comercio.
Esta colección presenta fragmentos de una entrevista a realizada a estos dirigentes sociales y documentos sobre el proceso de organización de los habitantes de este sector: el acta de constitución de la junta de vecinos y boletines.