¡Te invito!
Antes de que se crearan los correos electrónicos y las redes sociales, las invitaciones a celebraciones y eventos se realizaban a través de tarjetas entregadas por mano o correo, especialmente entre las familias más pudientes. Si bien esta costumbre se resiste a morir, (especialmente para convocar a matrimonios y cumpleaños infantiles, la tecnología las amenaza con la extinción.
Antes de que se crearan los correos electrónicos y las redes sociales, las invitaciones a celebraciones y eventos se realizaban a través de tarjetas entregadas por mano o correo, especialmente entre las familias más pudientes. Si bien esta costumbre se resiste a morir, (especialmente para convocar a matrimonios y cumpleaños infantiles, la tecnología las amenaza con la extinción.
A través de estas tarjetas podemos conocer las características de las fiestas que se desarrollaban hace algunas décadas. En estos eventos los asistentes cooperaban con bebidas, comidas y discos de vinilo. A diferencia de los "carretes" actuales, los cumpleaños y "malones" se realizaban temprano, por ejemplo, Silvia Rojas invita a sus amigas "a unas onces para mañana a las 4 PM", o Leonardo Abalos, quien solicita la compañía de las "simpáticas amigas Cortés a un cocktail que se efectuará el domingo a las 17 horas". Y "un grupo de amigos" invita a un malón a las 18:00 horas".
Cuando eran eventos formales, la convocatoria tenía un tono solemne que se aprecia en esquelas elaboradas especialmente para la ocasión, personalizadas con las iniciales del festejado y con mensajes acordes a la celebración. Para su licenciatura como profesora de educación primaria, Gumercinda Yáñez envía invitaciones adornadas con frases de agradecimiento a su familia e inspiradoras para su futura labor como docente.
Otros acontecimientos donde se acostumbraba regalar estampas son las celebraciones de sacramentos. La tradición era obsequiar a los asistentes "santitos" en la primera comunión y "libritos" en los bautismos, ya fuera en la iglesia o en la casa donde se realizaba el festejo posterior.
Muchas de estas invitaciones están escritas a máquina o elaboradas en imprentas. Sin embargo, también encontramos una tarjeta confeccionada a mano por Angélica Macaya, con motivo del bautizo de su ahijado, Julio Arenas López.
Otros usos
En otros ámbitos de la vida social y política también se usaban piezas impresas para invitar a distintos tipos de evento. Por ejemplo, los panfletos mimeografiados eran una forma de convocatoria muy frecuente, antes y durante la dictadura, para congregar a un público más amplio o para participar de una peña que tenía como fin recaudar fondos destinados a una biblioteca popular.
Algunas actividades culturales aún mantienen la tradición de convocar a sus asistentes con impresos. En la década pasada, el conjunto Caicaivilú de Calbuco invitaba a celebrar la Noche de San Juan mediante una postal, mientras que el Club de abstemios del barrio Yungay compartía un volante con los vecinos del sector para dar a conocer el programa de la actividad artística a realizar en su sede.
También, ciertas demostraciones de apoyo y solidaridad solían expresarse por escrito, como la tarjeta enviada a Patricia López por sus amigas y vecinas de la población José María Caro, para darle fuerza y ánimo y felicitarla por el nacimiento de su hijo: "La llegada de tu hijo borrará todo el sufrimiento y dolor, es por eso que hoy queremos estar junto a ti".
En el archivo de Memorias del Siglo XX puedes encontrar diversas postales y tarjetas convocan a celebraciones de cumpleaños, bautizos, peñas, nacimientos y malones, provenientes desde distintas regiones del país. Si tienes tarjetas de este tipo te invitamos a compartirlas con nosotros.