
Trabajadores de la fruta
Cuando comienza el calor, temporeros y temporeras dejan atrás sus casas y sus familias en busca de nuevos ingresos en las faenas agrícolas, donde deben enfrentar empleos precarios y sacrificadas jornadas laborales.
Cuando comienza el calor, temporeros y temporeras dejan atrás sus casas y sus familias en busca de nuevos ingresos en las faenas agrícolas, donde deben enfrentar empleos precarios y sacrificadas jornadas laborales.
El trabajo agrícola es una de las principales fuentes laborales de los habitantes de villa El Palqui, ubicada en la comuna de Monte Patria, región de Coquimbo. Juana Campusano es una temporera de la zona quien, siguiendo los pasos de sus padres, se dedica a la agricultura. A diferencia de ellos no cultiva su propia tierra, ella se desplaza por los packing para trabajar en labores de cosecha, limpieza, desinfección o embalaje de frutas.
Cada temporada estos trabajadores realizan distintas faenas, Juana nos explica su recorrido: "Yo te trabajo en la cosecha de mandarinas, después me voy a la poda, el desbrote. Después de eso, después de que pasa el desbrote, me voy a la cosecha de arándanos y así estoy de un lado a otro casi todo el año", explica.
En muchas ocasiones, el trabajo no siempre se encuentra en la localidad donde habitan y el desplazamiento implica recorrer grandes distancias para obtener un empleo: "He tenido que salir fuera de la región porque muchas veces me ha tocado ir a trabajar a Copiapó de temporera o dentro aquí mismo de la zona, fuera de aquí de la comuna de Monte Patria, he tenido que ir a Ovalle, por ejemplo", explica esta trabajadora.
Estas largas ausencias le han generado problemas familiares debido a que "el trabajo de temporera es muy, muy sacrificado, donde tú sacrificas a los hijos, porque la casa y los niños quedan solos todo el día y la mayoría de las que trabajamos en esto somos mujeres", señala Juana. Por ello destaca la importancia de la creación de jardines infantiles y escuelas en el sector donde habita, como un apoyo a las actividades cotidianas y laborales de las mujeres temporeras.
Condiciones de trabajo
En las últimas décadas, la producción frutícola ha tenido un fuerte aumento y los temporeros forman una importante fuerza de trabajo, jugando un rol esencial en la economía del país. A pesar de esto, en muchos casos los afectan prácticas laborales indebidas como carencia de contratos, incumplimientos en el pago de las imposiciones, inestabilidad laboral y cesantía durante varios meses al año.
Los empleos que ofrecen las empresas agrícolas implican largas e intensas jornadas y precarias condiciones laborales. "Hay chiquillas de acá de la población que estudian y llegan hasta cuarto medio y tú después las ves trabajando de temporera, igual da pena ver a esas niñas jovencitas trabajando en las parras", relata Juana.
Esta temporera destaca algunos cambios en la situación laboral durante los últimos años, lo que ha permitido mejorar la seguridad de las empresas: "La gran mayoría de los packing no pueden funcionar si no están certificados, entonces tienen que tener vía de evacuación donde la gente camine y no se vaya a accidentar, han mejorado las condiciones de baños y lugares de trabajo. Entonces no es igual como antes, porque hay que mandar un producto de calidad afuera y con mejores condiciones para los trabajadores", explica.
Para conocer más acerca de la labor que realizan los temporeros, te invitamos a ver esta colección de testimonios y fotografías aportados por Juana Campusano y José Lafertte, trabajadores agrícolas de El Palqui, Monte Patria.
Imágenes, videos y documentos
Trabajadores de la fruta
Juana Campusano supervisa la faena de embalaje en un packing. Entre las temporeras se encuentran Ana Rojas, Claudia Diaz, Milena Cigarra y Antonia Gallardo.

Juana Campusano en el proceso de embalaje de uva de exportación en el packing La Granja.

Embalaje de uva de exportación. Entre las temporeras se aprecia a Celinda Cortés, Adriana Monardes y Lorena Olate.

Celebración de finalización de las faenas de temporada, auspiciada por los dueños del packing. Entre los invitados se aprecia a Juana Campusano, Luis Álvarez, Zoila Tapia, Jessica Carvajal y Patricio Campusano.

Agricultores y transportistas de Chañaral Alto comercializan tomates en la Vega Central de Santiago.

Juana Campusano y José Lafferte, describen las actividades y organización de los trabajadores temporeros.

Juana Campusano relata las actividades desarrolladas en su trabajo como temporera.

Yuviza Arqueros relata su experiencia como trabajadora temporera en los primeros packing del valle del Elqui. Señala las condiciones de trabajo, los cambios en el manejo y envasado de frutas y las largas jornadas laborales.

Esmilda Rubina y Dunia Oporto trabajan en la exportación de uva en el fundo Los Artiguez.

Hora de colación en el packing San Nicolás de Camarico, cerca de Ovalle. Entre las trabajadoras se encuentran Albertina Olmos, María y Mónica.

Trabajadores del fundo Los Litres en la faena de embalaje y tapado. En el centro de la imagen aparece Jaime Espinoza.

Vista de la Villa El Palqui desde el cerro La Cruz. A la derecha se aprecia el río Huatulame.

De izquierda a derecha: Miguel Olivares, Luis Muñoz, Óscar Gutiérrez y Arcadio Castillo, en el inicio de la producción de viñedos.

Producción de melones apilados en una ramada. En la imagen aparecen Juan Salinas Quevedo y un amigo.

Juana Campusano en los dormitorios compartidos del packing La Granja.

Primeros packing de la zona construidos con material ligero. Alejandro Segovia y Patricia, en primer plano.

Alejandro Segovia en el proceso de aplicación de sidamida en las parras, químico que permite que broten con mayor rapidez.

Momento de descanso bajo los parrones. Aparecen las temporeras Esperanza Monardes, Carmen Garay, Isabel Laguna, Rosa Ávalos, Juana Campusano y María Araya.

Bernardita y Juana Araos trabajan en el fundo Prohens, ubicado en el sector de San Lorenzo, Chañaral Alto.

Alejandro Segovia en uno de los primeros packing de El Palqui. Se aprecian las precarias condiciones laborales en las que trabajaban los temporeros.

Liliana Arancibia, Ana Gómez y "Lita" Cortés, compañeras de trabajo en el fundo agrícola "Malpaso", perteneciente a Guillermo Prohens y ubicado en la localidad Flor del Valle. En ese lugar se desarrollaba la labor de raleo de la uva de exportación. La donante de la fotografía, Liliana Arancibia, cuenta que desde el año 1981 hasta el año 2004 trabajó como temporera agrícola en distintos fundos de la zona. Señala que en esos lugares se trabajaba "al trato" y las temporeras tenían que llevar su almuerzo, que calentaban al fuego bajo las parras. El trabajo era realizado en la época de mayor calor lo que dificultaba su labor. Además, cargaban una herramienta muy pesada llamada "loro", que era difícil de transportar, sobre todo cuando se cambiaban de hilera y cuartel en las laderas de los cerros. Su salario contribuía a la economía familiar y a su madre quien criaba sola a sus hijos, situación que era común en Monte Patria. De esa forma, Liliana ayudó económicamente a sus hermanos.

Hermosina junto a un "loro", herramienta utilizada para trabajar a la altura del racimo de uvas en la faena de colocación de gorros de papel para la protección de la fruta.

Daniela acompaña a las hermanas Danisa y Gilda Villalobos. Todos los años, durante los meses de marzo y abril, ellas iban a trabajar en la cosecha de uva pisquera en el fundo de Víctor Bugueño. Terminada la temporada, el fin de la faena era celebrada con un asado.

Temporero instala gorros de papel en las uvas de exportación para protegerlas del sol.

Trabajadores temporeros durante la comida de término de la faena. En esa oportunidad, se realizó uno de los primeros embalajes de uva sultanina de exportación.

Anita y Juana Campusano arman pallets con uva de exportación, en el proceso final del ciclo de embalaje de la fruta.
