Mercado Modelo de Temuco
El Mercado Modelo de Temuco, también conocido como Mercado Municipal, ha sido un eje central del comercio y la cultura de la ciudad desde su inauguración oficial el 17 de mayo de 1930, bajo el nombre de Mercado de Abastos.
El Mercado Modelo de Temuco, también conocido como Mercado Municipal, ha sido un eje central del comercio y la cultura de la ciudad desde su inauguración oficial el 17 de mayo de 1930, bajo el nombre de Mercado de Abastos.
En este Especial, te invitamos a descubrir algunas de las historias del Mercado Modelo a través de los testimonios de locatarias y locatarios, familias y personas cercanas, la colección de fotografías, el documental "Memorias y documentos del Mercado Modelo de Temuco", y la publicación digital "El mercado en el corazón de Temuco: memorias de su comunidad", entre otros valiosos materiales.
Inicios
La construcción del Mercado Modelo se llevó a cabo entre los años 1928 y 1929. Emplazado en el corazón de Temuco, se encuentra delimitado por las calles Manuel Rodríguez, General Aldunate, Diego Portales y General Mackenna, convirtiéndose así en un punto de encuentro emblemático para generaciones de habitantes y visitantes.
En sus inicios, el mercado funcionaba principalmente como un centro de venta de frutas y verduras, junto con abarrotes, carnicerías y pescaderías. Con el tiempo, su oferta se amplió con la incorporación de cocinerías y restaurantes, a los que se sumaron diversas expresiones de artesanía local. La combinación de estos distintos sectores comerciales no solo enriqueció la experiencia del mercado, sino que también permitió resaltar el valor de los productos regionales y el esfuerzo de quienes los comercializaban.
Remodelaciones
En 1987 se llevó a cabo una importante remodelación del mercado, enfocada en la modernización de su interior. Como parte de estos trabajos, se reorganizaron los locales, se ampliaron los pasillos y se mejoró la iluminación. Además, los pisos y muros fueron embaldosados con diseños inspirados en las grecas mapuche. Para ejecutar la obra sin interrumpir completamente el funcionamiento del mercado, la renovación se realizó en dos etapas. Durante los primeros seis meses, la mitad de los locatarios fue trasladada a un terreno cercano, mientras la otra mitad continuaba operando en el mercado. Luego, en los siguientes seis meses, se realizó el mismo proceso con el otro grupo.
En 2003 se llevó a cabo la remodelación del exterior del mercado, restaurando su fachada mediante el estucado y pintado de las paredes. Como parte de estos trabajos, también se retiró un estrecho techo que se extendía a lo largo del frontis del edificio.
Vínculos y familia
Los vínculos y familiaridad que generaba el trabajo cotidiano al interior del mercado crearon una comunidad de locatarios y locatarias, con sentido de pertenencia y cariño por el quehacer del día a día.
En Memorias del Siglo XX se conservan numerosos relatos de trabajadoras, trabajadores y personas vinculadas al Mercado Modelo, que reflejan no solo su historia, sino también la importancia de la comunidad que se ha tejido en torno a él. Diversos testimonios expresan lo anterior, como el de Margarita Arroyo Sepúlveda, que recuerda:
"Nací en el mercado y ahí di mis primeros pasos. Cuando mi mamá [Aída Sepúlveda] nos tuvo con mi hermano, nosotros dormíamos en cajas plataneras, porque el negocio de mis papás era grande. Era una pilastra que estaba al frente de la pileta, una de las más grandes, así es que ahí nos cuidaban. Por eso que para mí son y fueron mis pilares para seguir lo que ellos crearon e hicieron por nosotros. Gracias a ellos somos lo que somos, nos dejaron esta herencia, toda esa enseñanza que nos dieron de ser comerciantes, de tener este hermoso negocio en el mercado".
El incendio y la recuperación del Mercado Modelo
El 20 de abril de 2016, alrededor de las 21:00 horas, un incendio arrasó con gran parte del Mercado Modelo, dejando a numerosos locatarios sin su fuente de trabajo y representando una significativa pérdida patrimonial para la ciudad. Este trágico evento marcó un antes y un después en la historia del mercado y en la vida de quienes dependían de él.
Tras el siniestro, la comunidad se organizó para recuperar sus espacios y asegurar la reconstrucción del mercado. Como solución provisional, se logró el arriendo de un terreno cercano donde se instaló una carpa temporal. Este espacio ha albergado 55 puestos, principalmente de la Agrupación de Artesanos, lo que equivale a aproximadamente un tercio de los locales que existían en el mercado original.

