Voluntarios de la emergencia
Más de 150 años tiene ya este voluntariado basado en la solidaridad y la auto organización, donde en la labor de proteger a sus vecinos, arriesgan sus propias vidas.
Más de 150 años tiene ya este voluntariado basado en la solidaridad y la auto organización, donde en la labor de proteger a sus vecinos, arriesgan sus propias vidas.
Un incendio de gran escala asoló a Valparaíso en 1851, hasta ese momento las tragedias de este tipo eran enfrentadas por los mismos vecinos y los cuerpos de policías, sin contar con equipamiento ni preparación especial. Luego de este siniestro, se instauró un modelo de miembros voluntarios, que más tarde fue replicado por otras compañías.
Los cuerpos de bomberos eran financiados por los aportes de sus mismos integrantes, donaciones que les permitieron adquirir cuarteles y equipos. Es por esta razón que las agrupaciones más antiguas fueron conformadas por voluntarios provenientes de la aristocracia.
Entrando ya al siglo XX, surgen las denominadas "compañías de colonia", integradas por inmigrantes o sus descendientes, de ahí su nombre y vinculación con ciertas nacionalidades. Este es el caso del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, donde las tradiciones alemanas de sus miembros se reflejaron en la disciplina prusiana y en las festividades que replicaron, recuerda Tótila Lintz, voluntario de esta institución durante 64 años.
Bomberos del siglo XX
El crecimiento urbano durante la segunda mitad del siglo pasado, impulsó la expansión de nuevas poblaciones hacia la periferia de las grandes ciudades. Estas viviendas presentaban muchos riesgos, debido a la utilización de materiales ligeros en su construcción y al deficiente abastecimiento de agua, que dificultaba el combate del fuego.
Ante posibles siniestros y con el fin de proteger sus viviendas, las comunidades comenzaron a demandar o a organizar agrupaciones voluntarias de vecinos. En la población "Media Hacienda" de Ovalle fundaron "la brigada bomberil por necesidad, debido a que las casas estaban casi pareadas, separadas por 2 metros, más o menos, todas de madera, (…) y el viento se hacía notar. Entonces, si se quemaba una casa, se quemaban todas", recuerda el bombero Humberto Cádiz.
En "Media Hacienda" las condiciones materiales de la brigada eran precarias, para superar este problema los voluntarios dieron paso a la creatividad. Así, convirtieron las calaminas en cortafuegos, parcharon las mangueras desechadas por los pobladores y pintaron de negro los cascos que les donaron los obreros de la construcción, dotando a la agrupación de diversos artículos que les permitió enfrentar las llamas.
La labor de estos voluntarios fue recompensada cuando la brigada fue reconocida por el Cuerpo de Bomberos de Ovalle. Grisel Gutiérrez, presidenta de la junta de vecinos, destaca el esfuerzo de sus integrantes: "Yo recuerdo como este grupo de jóvenes lucharon por sacar adelante esto y al final consiguieron lo que es la Séptima Compañía de Bomberos".
En Tongoy, los vecinos se organizaron y prepararon con carros bombas e implementos, pero pasó largo tiempo antes que enfrentaran una emergencia. El voluntario, Julio Torrejón, relata la primera catástrofe que debieron enfrentar: "El primer incendio para iniciarnos como bomberos fue en mi casa, imagínate ¡en la casa del capitán! (…) se me estaba quemando la casa y yo tiraba agua no más, no habían grifos, no había nada".
En esta colección se presentan imágenes, documentos y registros audiovisuales que reflejan su organización y dedicación, como un homenaje al esfuerzo que realizan a lo largo de todo el país.