Trabajadores del mar
Pescadores artesanales, buzos y mariscadores de distintas localidades del país han compartido fotografías y testimonios que dan cuenta de sus actividades cotidianas en el mar y experiencias de organización laboral, que hoy te invitamos a conocer a través de esta colección.
Pescadores artesanales, buzos y mariscadores de distintas localidades del país han compartido fotografías y testimonios que dan cuenta de sus actividades cotidianas en el mar y experiencias de organización laboral, que hoy te invitamos a conocer a través de esta colección.
El peligro cotidiano de esta actividad es uno de los temas más recurrentes en sus testimonios. María Elena Naguil, recuerda que en su infancia "mi mamá salía a mariscar y ahí iba conmigo y mis hermanos, en un botecito chico, a remo". Después de esta labor volvían a la playa, donde su madre "hacía fuego, echaba los mariscos en un tambor, los cocía y los llevaba a vender a Ancud. Este viaje era peligroso, pero lo hacíamos todos los días".
Las inclemencias del tiempo son un riesgo contante en esta actividad, explica Otilia Yáñez, mariscadora de Quemchi: "(...) a veces las olas tremendas nos peleaban la vida, daba miedo".
Una amenaza latente era el trabajo pesquero de Edison Barrientos, que transportaba en su embarcación cargamentos de dinamita, bencina, gasolina y petróleo desde Puerto Montt a Chaitén, para abastecer a los habitantes de esa localidad.
Organización de los trabajadores del mar
Mejorar sus condiciones laborales fue la motivación de los pescadores de Tongoy, para crear una cooperativa durante la década de 1960. Este esfuerzo conjunto, les permitió conseguir nuevas herramientas de trabajo y establecer el valor de venta de sus productos. El dirigente Julio Torrejón, señala que esta organización los impulsó a desarrollar otras habilidades, "había que defender los precios, ir a congresos a otras ciudades y nos acostumbramos a hablar, a exponer nuestras ideas".
En la actualidad, los pescadores artesanales y mariscadores deben enfrentarse a la expansión de la actividad industrial, que ha transformado negativamente sus prácticas laborales, como explica Otilia Yáñez: "Ahora no hay mucha lancha, no se ve nada, antes había más trabajo, la gente mariscaba. Ahora no, por las fábricas de pescado".
Para compensar esta situación, los pescadores artesanales luchan contra la sobrexplotación de los recursos y la consecuente eliminación de su principal fuente de subsistencia. Delia Pizarro, dirigenta de una organización de pescadores en Tongoy, comenta: "Los pescadores están repoblando de recursos marinos su área de manejo. Los están protegiendo, pero es difícil porque la producción se terminó por la pesca indiscriminada, entonces los pescadores están siendo los impulsores de la repoblación y la protección para mejorar sus condiciones laborales".